sábado, 12 de septiembre de 2015

Te necesito.

La suave melodía de piano empieza a sonar
y ya escucho a mi corazón palpitar
que no palpita otra cosa desde que te decidiste marchar.

Recorro el asfalto
donde un día caminamos de la mano
y me resguardaba entre tus brazos.

Nuestro pequeño avión de papel ya se fue de mi vida hace tiempo
porque eligió irse contigo
y me dejó a mí como único testigo
de que te habías llevado mi alma entera en ese mes de enero.

¿Es que no fui suficiente para ti?
Te entregué todo lo que pude
y tú te fuiste como si nada
como si nuestra historia de amor
(si es que ahora puedo llamarla así)
ya no pudiera surcar más mares
como si supieras ya
que uno de los dos iba a morir ahogado
y decidieras que sería yo.

Tampoco sería muy raro
porque es cierto,
me estoy ahogando
aunque ya no sé si en besos,
versos,
o lágrimas.

¿Tan difícil te resultaba quererme?
Amarrarte a cualquier desgracia que se me vendría en mano
en vez de darme de lado,
construir una nueva historia.

Necesito que vuelvas,
que el invierno ya llega,
que necesito el destello de tus ojos marrones,
unos brazos que no me permitan caer a otro precipicio más.
Te necesito aquí,
conmigo.

2 comentarios:

  1. ¿Es posible que me haya emocionado y que me haya sentido infinitamente identificada con tu poema?
    No lo sé, pero así ha sido.
    Te deseo lo mejor del mundo, y más.
    (alguien me dijo una vez que si el camino era difícil, solo quería decir que íbamos por el buen camino)
    Besos,
    Diana.
    escapefromreality14.blogspot.com.es

    ResponderEliminar